No me importa vivir un sólo día y una noche, si mis hazañas son recordadas por siempre (Cuchulainn, héroe celta)

sábado, 18 de junio de 2011

Historia de España (Opción A). Selectividad 2010 - 2011

Aquí tenéis el examen de Historia de España de la Prueba de Acceso a la Universidad que tuvo lugar en Andalucía.


La primera opción preguntaba sobre el tema Guerra colonial y crisis de 1898. En esta ocasión, y como ocurrió en la P.A.U. del curso 2009-2010, también en el tema correspondiente al siglo XIX los dos documentos eran textos.

El primero de ellos se trata del ultimátum que Estados Unidos da a España en abril de 1898 tras la explosión y hundimiento del Maine y en el contexto de la Guerra Hispano-cubana que se desarrollaba en la isla caribeña desde 1895 y de la que los propios Estados Unidos intentaban sacar tajada. Se trata de un documento jurídico, aprobado en sesión conjunta por el Congreso y Senado estadounidenses en abril de 1898, teniendo como destinatario al gobierno de España, en la que reinaba la Regente María Cristina ante la minoría de edad de su hijo Alfonso XIII

Las Cortes norteamericanas critican la situación en la que viven los cubanos desde el comienzo de la guerra de independencia, un enfrentamiento y una situación que ha "ofendido el sentido moral" del pueblo norteamericano, sobre todo, tras "la destrucción de un acorazado", el Maine. Por ello, el Senado y la Cámara de Representantes defienden la independencia inmediata de Cuba. Estos buenos propósitos esconden los intereses del recién nacido gigante norteamericano sobre la isla, que al finalizar el conflicto se convertirá en un estado independiente sólo en teoría, pues en la práctica las decisiones serán tomadas por su vecino. En segundo lugar, reclama a España que "renuncie inmediatamente a su autoridad" sobre la isla de Cuba. Tal resolución tiene como plazo hasta el 23 de abril, momento en el que ante la negativa del gobierno español comenzará un nuevo enfrentamiento en Cuba, una guerra Hispano-norteamericana en la que los EE.UU. derrotaran rápidamente a España quien perderá no sólo Cuba, sino también sus últimas posesiones coloniales: Filipinas y Puerto Rico.

En cuanto al segundo texto, se trata de un fragmento del Tratado de París, es decir, el acuerdo de paz firmado entre España y Estados Unidos que pone fin al conflicto pero también al imperio americano de España. Este tratado aprobado en París el 10 de diciembre de 1898, después de haberse firmado el armisticio en julio de ese mismo año, se trata de un texto jurídico en el que Estados Unidos impone al gobierno español todas las claúsulas que debe cumplir, mientras que los antiguos territorios coloniales ni siquiera participan en las reuniones, imponiéndose los diecisiete artículos del tratado.

En estos tres primeros artículos del Tratado de París se impone el final de la soberanía de España en sus posesiones coloniales. En el primer artículo se exige a España que renuncie a "todo derecho de soberanía y propiedad sobre Cuba". Cuba, además de devastada, arruinada y hambrienta, simplemente cambio de amo: Estados Unidos la conviritió en su protectorado, ocupándola militamente hasta 1902 bajo pretexto de proporcionarle las condiciones necesarias para su andadura política en solitario. Los mismo ocurre en los otros dos artículos para Puerto Rico, demás islas de las Indias Occidentales, Guam y las islas Filipinas.

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